Astrologìa | Carta Natal 01.11.1996 (31 de Noviembre de 1996)

Pensamientos y sentimientos se hallan extraordinariamente ligados, tanto que se confunden entre si. Sentido común, asociación de buenas ideas, habilidad para las lenguas. Fácil entendimiento de lo abstracto, síntesis interpretativa, aunque a veces distracciones y la falta de enfoque puede dispersar su atención, hace varias cosas a la vez. Personalidad simpática. Sentido muy desarrollado para las exigencias practicas de la vida. Capacidad de adaptación que asegura un alivio contra las arideces de la vida. Talento lingüístico. Interpretación fácil de los conceptos complicados. Muy favorable en todas las profesiones en las que se trate de iluminar, influir, capacitar o convencer a otras personas. Si no se involucra del todo emocionalmente en una situación, como a menudo le sucede, no puede pensar claramente al respecto. Espontaneidad emocional con su pareja, pues no ve ninguna razón para mantener ocultas las emociones, no le gustan los misterios en esta área. Tampoco le gustan las personas excesivamente emocionales, dominantes o apasionadas. Decir lo que se siente es importante, todo lo que no diga, ira en su contra.

Dignidad. Heroísmo, conquista, misión cumplida. Poderío físico, económico, moral o espiritual. Excepcional capacidad deportiva, y abundancia de energía y entusiasmo. Hazañas logradas con el propio esfuerzo. Ambición, coraje, entusiasmo, vitalidad, alegría, lealtad, generosidad, espíritu de empresa, dominante democrático, audacia. Le sobra de energía y talento. Disfruta de la confrontación directa con los adversarios, que realmente tienen razones para temer al oponérsele. Nada se hace con moderación con su gusto por el drama. Además hará suficiente propaganda sobre los éxitos obtenidos en búsqueda de honor y gloria. Desprecio por el peligro, exceso de temeridad que lo hace imprudente.

Complemento armónico entre método y ciencia. Medicina, energía eléctrica. Persona estudiosa, aplicada en todo lo que se proponga, profunda en sus pensamientos. Jamás se anda por las ramas, innovador y disciplinado. La autoridad que inspira este nativo, no deja lugar a dudas sobre su capacidad laboral y profesional. En lo personal, provoca retraimiento y timidez frente al público. Una ves rotas las barreras, muestra su pasión “controlada”, aunque mantiene cierto despego en el actuar, que puede interpretarse como frialdad de sentimientos. Altos cargos que se ejercen con diligencia.

Sabiduría. Increíble golpe de fortuna. Complejo y radical cambio de curso en la vida. Ambición constructiva y productiva. Gran proyección y ascensión personal. Poder. Control absoluto de los propios recursos internos, emocionales, psicológicos y espirituales. Cataclismo natural, terremotos y deslizamientos de tierra. Incendios, guerras y rebeliones. Hechos fuera de la voluntad de la persona afectan fuertemente su destino. Secretivo sobre sus planes y ambiciones, trabaja detrás de la cortina por el tiempo que sea necesario. Observador tenaz y muy detallista, encontrara todos los elementos de juicio antes de hablar, si es que algún día decide hacerlo. Reconoce las luchas internas entre los “Demonios y Ángeles” de cada quien por que el mismo las vive y las domina. Psicólogo, psiquiatra y estudioso e la naturaleza humana.

Revolucionarios en el sentido más cierto. Ávidos e inquietos por cambiar, al mismo tiempo suficientemente pacientes como para aprender cómo realmente provocar dichas variaciones. Además indudablemente tendrán un impacto muy poderoso en toda la sociedad. Respeto por los valores humanos. Participantes activos en movimientos sociales.

Entra en este signo el 22 de noviembre y se queda hasta el 20 de diciembre. La persona debe encontrar su propia ética y filosofía de vida. Asimismo debe aprender que todas las cosas forman parte de un todo.

Las personas con la Luna en Leo van a mostrar en su carácter, naturaleza emocional, reacciones primarias, constitución física y también en su aspecto externo muchos de los rasgos de Leo. Tienen una gran confianza en sí mismas, que suele ir acompañada de una tendencia al optimismo o una visión positiva de la vida. Tanto el hombre como la mujer con esta posición suelen ser muy atractivos, a lo que se une una acusada personalidad. Especialmente la mujer con esta posición irradia un gran magnetismo, más allá de sus rasgos físicos, que a nadie deja nunca indiferente (Marlene Dietrich, Jane Fonda, Margaret Thatcher). Consciente o inconsciente buscan ser el centro de atención y a menudo lo consiguen, porque irradian siempre un gran brillo, calor o magnetismo natural. Los nativos con la Luna en Leo necesitan ser queridos y admirados por un público incondicional que les aplauda y eche flores a su paso. En contrapartida son extremadamente afectivos, bondadosos y generosos, capaces de perdonar o de dar sin esperar nada. Pero tras ese sincero y gran corazón esconden también una naturaleza altiva y orgullosa, que puede ofenderse con facilidad. Aman el lujo y las diversiones de todas clases, les gusta ver y vivir la vida su lado más bello y espléndido. Hay en ellos algo de príncipes, y siempre suelen vivir como tales, a menudo por encima de sus posibilidades; pero la suerte acostumbra a estar de su lado y el dinero o las oportunidades les llegan de un modo u otro. Con frecuencia los encontramos cerca de personas famosas, importantes o poderosas, ya sea protegiéndolos u otorgándoles su amistad. Grandes sueños y elevadas aspiraciones o ambiciones los animan e impulsan interiormente. Son reyes sin corona, y en algunas ocasiones con ella.

En el hogar de Júpiter, Mercurio se encuentra algo disminuido. Estos nativos dirigen su atención a las altas especulaciones intelectuales y las grandes ideas de síntesis, pero tienden a pasar por alto las minuciosidades y detalles. En los mejores casos, puede producir verdaderos eruditos o sabios. Estos nativos tienen facilidad para la comunicación y para el dominio de lenguas extranjeras, les encanta viajar y desean conocer personas y lugares nuevos, otras culturas y modos de pensar diferentes. Poseen aptitud para los estudios superiores, especialmente los relacionados con las humanidades, las leyes, la filosofía y los temas metafísicos o espirituales. Pueden ser excelentes maestros. En algunos casos pueden llegar a tener una gran intuición e incluso don profético; por otra parte son muy abiertos y excelentes conversadores: francos y directos en su modo de comunicarse con los demás, diciendo siempre lo que piensan. Su bondad natural les impide hacer daño de forma deliberada, aunque debido a su franqueza pueden hacerlo sin darse cuenta. También son sinceros e incapaces de engañar, aunque tienen cierta tendencia a exagerar. Cuando Mercurio está disonante, estos nativos pueden ser frívolos o superficiales, con dificultades para concentrarse o tendencia a dejarse llevar por juicios incorrectos.

En este signo ardiente y volcánico, afín a la guerra y la muerte, Venus no está bien situado. Aquí el amor puede transformarse en pasión egoísta y la ternura en frenesí sexual. Los sentimientos cobran una inusitada intensidad, profundidad y persistencia. Las personas que tienen a Venus en Escorpio son seres apasionados que pasan del amor al odio o que hacen el mayor daño a aquellos a quienes más quieren. Amor y odio, placer y dolor suelen alternarse o estar entremezclados en estas naturalezas extremistas y radicales, del mismo modo que siempre libran en su interior una g uerra entre sus primitivos impulsos aniamles y su lado más trascendente o espiritual. El amor se convierte en una potente fuerza transformadora, para el propio nativo y para la persona que ama, pero lo que más los caracteriza, por encima de cualquier otra cosa, es su intensa sexualidad, que tiñe todas las facetas de su vida y que siempre se esfuerzan por esconder ante los demás, aparentando indiferencia o frialdad. Emana de ellos un sutil pero profundo atractivo y un magnetismo natural hacia el sexo opuesto. Es una posición que favorece los amores tormentosos, así como los intensos celos y posesión que los dominan, aunque al mismo tiempo son personas capaces de los mayores sacrificios por aquellos a quienes aman. Son fieles a sus sentimientos, aunque éstos les lleven a su destrucción, y exigen la misma fidelidad a las personas amadas por ellos. Pueden utilizar su atractivo o erotismo para obtener ventajas materiales, sociales o profesionales.

Posición ideal y al mismo tiempo frecuente en jefes militares y estrategas, pues aquí la audacia y la agresividad de Marte se fusionan con la gran inteligencia, minuciosidad y pragmatismo de este signo mercurial como vemos en Enrique VIII, el Duque de Alba, Alejandro Farnesio, Luis XIV, Napoleón, Iván el Terrible y George Bush hijo. Su belicosidad y energía propias se canalizan a través de la mente, y se expresan de modo frío, analítico y con precisión, manifestándose con lucidez, disciplina y estrategia. Al mismo tiempo sus nativos son hábiles, astutos, calculadores y poseen sangre fría. Planifican todos sus actos cuidadosamente y con gran destreza, cualidades todas ellas que los ayudan mucho a triunfar o a imponerse en las desventuras y dificultades, aunque al mismo tiempo también tiende a mostrar el carácter rígido y radical de Virgo. Se trata de una posición excelente para cirujanos, ingenieros y toda clase de técnicos mecánicos. Pero si la energía se canaliza mal puede inhibirse, interiorizarse o expresarse de un modo autodestructivo. Dedican una gran cantidad de esfuerzo a su trabajo, que siempre desempeñan con gran pasión, y al que se entregan en cuerpo y alma. Sin embargo, en este signo casto y virginal, la vida sexual y el desarrollo de los instintos pueden ser problemáticos. También puede dar un temperamento muy nervioso, irritable e impaciente, irritable e impaciente, lo que favorecerá posibles conflictos, tensiones o discordias en el ámbito laboral, ya sea con jefes o con subordinados. Esta posición propicia el peligro de accidentes laborales o de sufrir enfermedades a causa de un exceso de trabajo.

En este signo, Júpiter se encuentra en caída, y no puede irradiar sus mejores influjos. A menudo, estos nativos se ven obligados a desarrollar una agotadora lucha para afirmarse en la vida y cuando al fin logran llegar a la cima tienen mucho peligro de caer. Siempre abordan sus objetivos con prudencia y cautela, tienen una mentalidad escéptica y sus ideales son de carácter práctico. Sus objetivos y ambiciones giran en torno a cosas de este mundo: poder, riqueza, éxito profesional o elevación social. Son serios, reflexivos y responsables, con gran sentido del deber, pero en su interior, también anida una gran pasión por el poder, como vemos en Federico el Grande, Hitler, Hiro-Hito, Margaret Thatcher, Richard Nixon o Saddam Hussein. Lo que les falta de genio o talento lo suplen con una gran voluntad, tenacidad y capacidad de trabajo, llegando incluso a superar a otros más inteligentes. Su ascenso o crecimiento suele ser lento, y sus ganancias graduales. Pero aunque logren conseguir grandes cosas, a menudo no suelen disfrutar de ellas, sino que siguen viviendo una vida austera y se preocupan sobre todo por conservar lo que tienen. Se trata en general de naturalezas frías, rígidas y austeras, que centran su vida en el trabajo y las responsabilidades y perseveran en pos de objetivos a largo plazo. Se preocupan por las apariencias, por su dignidad y respetabilidad, y a menudo sus ambiciones mundanas los llevan a descuidar a su familia y la vida en el hogar. Afligido, puede dar un carácter avaro, una imagen digna e importante que oculta grandes frustraciones emocionales y soledad.

Nos hallamos ante una posición en extremo difícil, no sólo por la fama de maléfico que acompaña a Saturno, sino también porque aquí se encuentra en caída, de forma que signo y planeta tiendena bloquearse mutuamente al tratarse de energías por completo opuestas y contradictorias. En muchos casos, estas personas tendrán falta de confianza en sí mismas y dificultad para afirmarse en la vida, pero a menudo tratarán de disimularlo de cara al exterior mediante una actitud muy agresiva, dura, implacable o avasalladora, que en el fondo esconde profundos temores e inseguridades. Los individuos más inferiores mostrarán un egoísmo brutal o un carácter dominado por rasgos primitivos, que en el peor de los casos puede manifestarse en forma de personalidad destructiva o autodestructiva. Por sus características, puede ser una posición especialmente dura o difícil para las relaciones íntimas y el matrimonio, dado que son poco sociables. Mediante dolorosas circunstancias, se irán viendo obligados a armonizar el valor, la agresividad y la iniciativa con la paciencia y el autocontrol, y deberán aprender a poner límites a su fuerza bruta o a su energía incontrolada, porque de lo contrario será la vida quien se los pondrá. A causa de sus temores o inseguridad interna tienen tendencia a ser suspicaces, recelosos o incluso paranoicos. Por otra parte, aunque su naturaleza es en extremo agresiva, independiente o dominante, en ocasiones, deberán sufrir que otras ejerzan autoridad sobre ellos. Corren peligro de traumatismos o enfermedades en la cabeza y en sus órganos, así como también en los riñones.

Aquí la influencia propia del planeta se encuentra en su máximo poder por su propio signo, por eso no es de extrañar que en la generación que nace con esta posición haya una gran cantidad de reformadores o revolucionarios, abanderados del cambio que abogan por un mundo nuevo, tanto en el ámbito político y social como en el espiritual o artístico. Mentes avanzadas, originales e independientes, que abren nuvos caminos y se afanan, por encima de todo, en descubrir la verdad. Celosos reformadores que aniquilan viejas tradiciones y costumbres para adaptarse a los nuevos tiempos. Espíritus científicos, interesados en los grandes avances de la humanidad y que también pueden tener una excepcional intuición e, incluso en algunos casos, clarividencia. Pero si Urano está afligido, puede hacer a estos nativos excéntricos, radicales y testarudos.

El planeta Neptuno y el signo de Capricornio son antagónicos y radicalmente opuestos, por ello no es buena posición para Neptuno. Favorece los miedos y fobias y los sentimientos de angustia o pesimismo. Asimismo crea una tendencia a la inestabilidad o incluso al caos en las estructuras políticas, económicas y de poder, apareciendo nuevas formas políticas y de gobierno; finalmente fomenta el confusionismo o la falta de solidez en los asuntos materiales, aunque, por otro lado, es una generación que tiende a las desilusiones o decepciones relacionadas con los ideales, sueños o utopías. Sin embargo, tiene de positivo que la espiritualidad se vive de un modo más serio y responsable, con un mayor rigor, orden, disciplina y sacrificio. Las visiones o los éxtasis místicos se pueden combinar o compatibilizar con la investigación, la sensatez y realismo mucho mayor, lo que propicia la aparición de verdaderos guías espirituales. Lo mismo sucede con la inspiración, intuición y presentimientos en el mundo científico, cuando se compatibiliza con el trabajo sólido, serio y riguroso

Transformaciones a nivel espiritual y filosófico. Interés por otras culturas. Se persigue la verdad y se cuestionan las viejas creencias espirituales. La convicción de sus propias ideas puede conducirlos al fanatismo y a la intransigencia.

El camino de la relación. El alma está aprendiendo a participar igualitariamente en una relación, de modo que las necesidades de cada miembro sean tenidas en cuenta en una interconexión equilibrada.

El tema principal con esta posición es la Sombra del orden, siente miedo al cambio y siempre está cuestionando el nivel o la estación a la que ha llegado. Los problemas que pueden encontrar a lo largo de su vida son el orden, la posición, la arrogancia, el egocentrismo y la envidia. Tiende a sentir desagrado por la arrogancia o identificación con ella, igualmente con la vanidad, o las personas “egoístas”. Debe identificarse y vocalizar otros "talentos y fortalezas” para identificar las oportunidades que presentan los cambios y así eliminar la sensación de celos. Siente el asalto del ego, manifestándose el egocentrismo y la arrogancia. Se le acusa de ser egoísta, esto se debe a que su atención es atraída naturalmente aquello que refuerza su posición en la vida, muchas ideas contrarias a sus pensamientos son despedidas de su vida rápidamente. El miedo al cambio se transforma en el temor de quedar mal o perder su posición. Los intentos rígidos para mantener el orden, patrones o mentalidad existente son comunes y pueden llevarle al agotamiento. Debe hacer frente a la necesidad de clasificar y designar, en verdad, no existe una jerarquía todo es un todo. El cambio es la naturaleza del universo y además trae consigo la oportunidad de crecimiento. Todos tenemos un papel en el mundo del que debemos entrar y salir, la clave es tomar de manera fluida posiciones y situaciones en que las cosas cambian y siguen, en donde nada permanece estático. También es importante recordar que, por definición, el Orden Divino nunca es amenazado.

Con este emplazamiento, eres muy sensible si te sientes juzgado u observado; te horroriza la posibilidad de ser irracional o injusto y puedes llegar a pasarte de diplomático en la expresión de tus sentimientos. Sientes una fuerte necesidad de mantener las distancias, y una resistencia no menos intensa a esa misma actitud. Aunque la esperanza es crecer gracias al reto que te plantean las relaciones, que con frecuencia tu mismo dificultas, y es probable que quien se acerque a ti tenga que enfrentarse con represalias o con un silencio glacial. Es muy posible que te cases o tengas relaciones íntimas con personas que trabajen en el campo sanitario.